viernes, 17 de agosto de 2012

30 y 31 de agosto - Game Over

Amanecemos en el Essex Inn de Chicago sin todavía creernos que tenemos que hacer la maleta para abandonar el país y nuestras vacaciones, qué bajonazo! Tras la dura tarea de la maleta, dejamos la habitación y nos guardan el equipaje en el hotel con propina de por medio claro. Nos encaminamos hacia el centro y tomamos nuestro último Starbucks en suelo americano al pié de las vías del metro elevado. No tenemos mucho tiempo, son ya las 10 y a las 16 sale el vuelo al JFK desde dónde partiremos a España, así que dedicamos el par de horas que tenemos a las últimas compras (Ipad de por medio ;) y recogemos las maletas en el hotel para enganchar el metro hasta el aeropuerto O´Hare, que está lejos lejos, más de una hora en metro. Con el tema del huracán Irene andamos con miedo de que los vuelos se puedan retrasar o incluso cancelar, así que consultamos en la web de los aeropuertos. El vuelo de Chicago a NY parece que no tiene problemas, pero ya nos anuncian 2 horas y media de retraso en el de NY a Madrid. Llegamos al O´Hare con el tiempo justo para hacer el check-in y pasar el control, aquí primer problema, mi maleta supera en 3 kg el límite y la tipa de American Airlines se pone borde y me hace sacar cosas de la maleta que las tengo que acarrear conmigo en una bolsa de compra.
Al menos, el vuelo puntual y sin problemas, al menos hasta aterrizar en el JFK donde el cristo de aviones es monumental y estamos más de 45 minutos en la pista hasta llegar a la terminal, son ya las 19.45 de la tarde. No nos preocupa en exceso ya que si se cumplen las previsiones estaremos 5 horitas en el JFK.
Recogemos el equipaje, cogemos el airtrain (como el metro en NY “muy bien” señalizado) hasta la terminal 4 y al llegar sorpresa, el vuelo sale a tiempo, pero tenemos apenas hora y media para facturar y pasar los controles. La terminal está abarrotada de gente por los retrasos y cancelaciones, facturamos nerviosos más si cabe viendo la pachorra del personal, “señores que nos quedamos en tierra, espabilen”. Las cintas de transporte de equipaje no daban abasto, la verdad que la imagen que nos llevamos del aeropuerto es bastante mala, creo que para un NY se podrían hacer las cosas un poco mejor, encima si comparas con el funcionamiento de los aeropuertos de otras ciudades americanas (Chicago, San Francisco, Dallas, Denver,..) el JFK no sale muy bien en la foto la verdad. Finalmente dejamos las maletas y corriendo por el aeropuerto a pasar el control, quedan 45 minutos para que salga el vuelo, vamos muy justos.Al final pasamos los controles y justo al llegar a nuestra puerta anuncian un retraso de una hora que finalmente no llega a media hora, al final tanto correr para nada, pero bueno mejor así. Aquí curioso, todas las puertas libres de gente, salvo una con una cola gigantesca, adivinad cuál, efectivamente la que va a Madrid llena de españolitos, pero vamos a ver que esto no es Ryanair, que llevamos el asiento asignado y no regalan nada por entrar el primero, de verdad somos los más paletos del mundo!!Vuelo de 6 horas y media y llegamos a Madrid sobre las 12.15 del día 31, un autobús más hasta Soria (no había hasta Tudela, se había completado, cuidadín con esto que van repletitos) otra horita de coche y al final llegamos a casa 24 horas después de partir en Chicago hacia el aeropuerto.

Aquí ponemos punto y final a nuestro viaje y a nuestro blog, muchas gracias por habernos seguido y espero que os haya sido de ayuda, escribiendo esto un año después de nuestro viaje me doy cuenta que gracias a este blog hemos podido revivir momentos que de otra manera se hubieran perdido, el esfuerzo y las horas de sueño perdidas para hacerlo han valido la pena.

Buena suerte :)
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martes, 30 de agosto de 2011

29 de agosto - Chicago is beautiful

Último día completo en los States, parece mentira que ya hayamos llegado al trigésimo día de nuestro viaje. Esta mañana lo comentamos en el café starbuckiano de todos los días ;) a pesar de las palizas, los kilñometros y los días, y muy en contra de lo que podíamos pensar en un principio, no se nos ha hecho nada pesado el viaje, todo lo contrario, nos entra mucha tristeza el pensar que en unas horas abandonaremos este extraordinario país. En fin, todo lo que empieza, acaba y esto no iba a ser menos.
Como ya he dejado entrever tras la ducha matutina directos a Starbucks, por cierto el peor servido del viaje, se han confundido en el pedido y no le han echado ni una gana, que le vamos a hacer, y derechos a visitar Chicago, la ciudad del viento.
Nuestro hotel es el Essex Inn, y además de estar muy bien, se encuentra al pié de Grant Park, lo que nos permite ir andando hasta el centro no sin antes parar en el Millenium Park, una zona del parque creada en 2004 muy bonita, donde nos encontramos con las Crown Fountain
O la increíble escultura Cloud Gate, popularmente conocida como the bean (la judía) por su forma característica.

 Remontamos la calle Michigan hacia el río Chicago encontrándonos con todo el Downtown de la ciudad y sus multitud de rascacielos, la verdad que la ciudad nos deja impresionados, no esperábamos que nos fuera a gustar tanto, para nada tiene algo que envidiar a Manhattan, muy al contrario es mucho más espectacular que su hermana de la Costa Este si cabe.
Aquí Ignacio mezclándose con los brokers como un chicaguense más:
Al llegar al puente sobre el río Chicago de la calle Michigan nos encontramos con la torre Trump, este tipo tiene torres por todas partes, desde NY a SF pasando por LV y ahora en Chicago, la madre que lo parió!!
Y justo allí cogemos el barco de la arquitectura, que hace un recorrido por todo el río Chicago con una guía que va relatando toda la historia de los edificios de la ciudad, muy recomendable la verdad, eso sí en perfecto inglés, así que a practicar el idioma de Shakespeare. Como nota curiosa nos quedamos de piedra con una de las historias de la ciudad, resulta que con la industrialización Chicago creció de manera desmedida, siendo una ciudad que servía de nexo entre el este y el oeste y el norte y el sur del país. A orillas del lago Michigan, los habitantes tomaban sus aguas para abastecerse, el caso es que la industrialización de la zona acabó por contaminar el río Chicago que vertía sus aguas al lago y por tanto a éste, para solucionar este problema no se les ocurrió otra que dragar el río de tal forma que por gravedad se cambió el curso de las aguas que ahora iban a parar hacia el sur en busca del Missisipi, impresionante!! lo que hace el hombre para adaptar la naturaleza a sus antojos, al llegar a España indagaré más en esta historia que me ha llamado tremendamente la atención. Bueno al grano, que la excursión ha sido magnífica, gracias a que Chicago es una joya arquitectónic, la meca de cualquier amante de la arquitectura:


Tras el paseo de hora y media ya era tarde, así que nos hemos ido a comer la última burger USA, qué buena estaba!! No sé que le da esta gente a las vacas para comer, pero la carne es buenísima la comas donde la comas.
Tras la comida nos encaminamos a la Torre Hancock, más concretamente a su observatorio desde donde se tiene una de las mejores vistas de la ciudad como puede apreciarse en las fotos:
Reflejo de la torre en el Michigan
 Vista al Downtown en el Sur
 Al Lago en el Norte
Sin duda el mejor observatorio al que hemos subido, por las vistas y porque estábamos prácticamente solos, sin agobios, moviéndonos a nuestro aire, la verdad que una experiencia muy bonita.
Volvemos sobre nuestros pasos y cogemos un bus en la calle Madison para que nos lleve hasta el United Center, el estadio de los Bulls. La verdad que el viaje es largo y pasamos del Downtown a la periferia donde se ve menos turista. El estadio por fuera no dice mucho, pero todo sea por visitar la estatua del más grande que hubo nunca y que nunca habrá como reza en su base:

Tras el bus de vuelta la noche se hace sobre la ciudad, entramos en un super a reponer fuerzas y para el hotel que ha sido un día largo. Aquí la Torre Trump con el metro elevado
Al llegar al hotel estamos cansados, Ignacio decide quedarse, pero yo quiero aprovechar las últimas horas para retaratar Chicago por la noche, aquí dejo algunas fotos
Crown Fountains

Cloud Gate
Downtown desde el puente de la calle Michigan
Metro en Wabash
Y esto toooodo amigos

Gran sabor de boca el que nos deja esta bonita ciudad, una pena no tener más tiempo para poder vivirla más, pero el tiempo se nos acaba, mañana nos toca la locura de la vuelta y cruzamos los dedos para que todo salga como lo ha hacho todos estos días, y que el huracán Irene no nos fastidie la vuelta.

La próxima entradala firmaremos ya en suelo español, hasta entonces un saludo.
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lunes, 29 de agosto de 2011

28 de agosto - MotoGP Indianapolis

Hoy tocan motos en uno de los templos del automovilismo como es el circuito de Indianápolis.
Nos despertamos a las 8 y tras ver la salida del GP de Bélgica de F1 desayunamos en el hotel viendo preocupados las noticias del huracán Irene acerca de las cancelaciones de vuelos en el JFK de NY, esperemos que para el martes la situación se haya normalizado y no tengamos problemas.
Ayer recogimos el coche que nos llevará a Chicago aquí unas tomas del Hyundai Accent que nos ha tocado esta vez en suerte:


Llegamos al circuito, aparcamos y nos encaminamos a nuestros asientos. El circuito es vetusto y de tipo ovalado, bueno no exactamente, pero para el caso nos vale.

Victorias españolas en 125 y Moto2 de Nico Terol y Marc Márquez respectivamente, curioso escuchar el himno español dos veces en territorio USA. Y llega el verdadero espectáculo que es la MotoGP, no sin antes espectáculo de piruetas de aviación y otra solemne interpretación del himno americano con dos aviones espía sobrevolando la grada.
Aquí una imagen de la primera vuelta, no se apreciará pero son Pedrosa, Lorenzo, Stoner. Decir que nos costaron 105$ y vemos toda la parte final del circuito, hemos podido ver adelantamientos, pero las tres carreras no han tenido muchas alternitavas así que un poco aburridas.
Tras la carrera nos acercamos al podio, 1ºStoner, 2ºPedrosa y 3ºSpies
Y a la brickyard, en la meta del circuito. Para los que no lo sepan, este circuito es de los más antiguos del mundo, en él se celebran las 500 millas de Indianápolis, que es el acontecimiento del motor más grande del planeta donde se llegan a juntar más de 300.000 personas in situ. El circuito en un primer momento era de ladrillo y de aquel pasado dejaron una yarda de ladrillo que hace las veces de entrada a meta, a ver si se aprecia... es una tontada, pero a mí me hizo ilusión verla ;)
Después de la frikada, al coche y para Chicago que está a 3 horitas en coche. Somos la leche, NY, LV, SF y ahora CHI en coche, con un par,por cierto para los que dicen que en USA se conduce muy bien, que todo el mundo respeta los límites y que no adelanta ni nadie, que me diga por favor qué carretera es esa, porque aquí vas al límite y te pasan hasta los camiones de 18 ruedas, que stress!!
Hacemos la misma jugada de SF, llegamos en coche hasta el hotel y luego devolvemos el coche en el aeropuerto O´Hare, que está muy lejos del centro, nos cuesta venir en metro hora y media al hotel, casi nada. Se nos hace de noche, pero aún así la ciudad nos regala este bonito skyline:
Chicago nos ha causado buena sensación, aunque es gigantesca, de hecho es la tercera ciudad más grande de USA tras NY y LA. A parte del Lago Michigan y sus altos edificios, si hay algo que caracteriza la ciudad es el metro elevado que hace un loop en el centro de la ciudad. Me ha gustado mucho el ir en el metro de noche y ver reflejado en los edificios las chispas que de vez en cuando desprenden los vagones, 100% auténtico.
Como ya es tarde para buscar nada, pedimos un dominos pizza al hotel y nos recogemos a escribir estos últimos días e ir asimilando que en dos días se nos acabó el chollo. Síndrome postvacacional llamando a la puerta de mi cerebro!
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27 de agosto - Y al vigésimo séptimo día se durmió...

Llegamos al aeropuerto de San Francisco sobre las 10 de la noche. Dos horas de espera para coger el vuelo que nos llevará a la etapa final del viaje, esta noche la pasaremos en el aire volando a Indianápolis, haciendo escala en Dallas.
El primer vuelo lo pasamos durmiendo, luego escala infernal en Dallas y finalmente 2 horas y media más hasta Indianápolis para llegar a las 12 de la mañana.
Nuestro estado es lamentable, tras la paliza de andar de ayer, y la noche en el aire estamos catatónicos. Llamamos al hotel para que nos envíen el shuttle y por fin descansamos un poco.
Nos duchamos y vamos a comer a Texas Roadhouse que tan buen recuerdo nos dejó en Logan Utah hace ya unas semanas. Estamos tan cansados que no sacamos ni fotos de la comida, pero de nuevo estaba buenísima, esta vez tocó un buen steak con margaritas y unas gambitas para abrir boca ;)
Al salir eran ya las 6, dimos una vuelta por Indianápolis en coche y la verdad que había poca cosa que ver, a estas horas el centro de la ciudad parecía desierto y únicamente los moteros que habían venido al MotoGP daban algo de color a la zona.


Como el cansancio nos podía, decidimos volver al hotel a descansar, estuvimos en la habitación un rato viendo la tele hasta caer rendidos cuendo no eran ni las 8 de la tarde, lo siguiente que recordamos son las 8 pero del día siguiente ;)
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