Antes de empezar, ¿por qué se llamara el pueblo Mexican Hat?
La segunda parada en el mismo sitio que ayer pero con más luz y menos tráfico, el resultado salta a la vista:
Tras las rectas de rigor hasta Page (aquí los ingenieros de caminos no se estrujan el cerebro demasiado para hacer las carreteras ;) recogemos las entradas que nos llevan a Antelope Canyon. El sitio está regentado por navajos y te citan a una hora, llenan unas camionetas con turistas 100%, a nosotros siempre con lo amigos italianos, la madre que los parió no callan ni debajo del agua, e incluso para un ribero que ya nacemos con el volumen a tope son tremendamente molestos. Total que la turistada se ve venir desde el panizo. Como los cerdos al matadero nos transportan hasta la entrada del cañón por unas pistas de arena impracticables para un utilitario común. El cañón en sí son 500 metros de pasillo de más o menos 2 metros de anchura que la erosión y el agua han ido labrando a lo largo de los milenios, el lugar es increíble, pero claro cuando tienes más de una persona por metro dentro del angosto recinto sacando fotos pues el encanto se rompe totalmente. Las fotos muy chulas, aunque las saques a la remanguillé, pero desde luego yo no vengo para sacar fotos, para eso mejor el google que yo, sino a tener una experiencia con algo único, y la verdad las sensaciones no han podido ser peores a pesar del lugar, cuando a los 200 metros te quieres dar la vuelta es que algo no funciona. Absolutamente a pesar de las fotos que veías, incluso las que cuelgo a continuación que son bonitas, no recomiendo este sitio ni al peor de mis enemigos, encima a 32$ por barba la cara de tonto que se te queda es ya la leche. Aquí van las fotos:
Tras el chasco reponemos fuerzas con una pizza y al siguiente punto de interés: Horseshoe Bend. Es un meandro de 270º que realiza el Colorado justo a las afueras de Page. Para verlo una caminata sobre arena y un sol de justicia de 15 minutos que se hacen eternos, cómo casca el sol por estos lares, pero merece la pena.
Más cuando te das cuenta de las verdaderas proporciones de lo que estás viendo, en nuestro caso sucedió al ver un kayak que pasaba por debajo, era una hormiguita en medio del meandro del río con una caída de 300 m. Un lugar que recomiendo visitar a todo el mundo, por lo menos si venís del Antelope así os quitáis el mal sabor de boca.
Tras otros 200 kilometros de rectas, llegamos a otro hito importante en nuestro viaje el Gran Cañón. La verdad que el sitio es muy espectacular, pero no sé si será que desde los miradores faltan referencias para calibrar la magnitud del sitio, o la luz que era mala con mucho polvo en suspensión o que ya venimos de ver paisajes muy espectaculares que el lugar nos ha dejado un poco fríos y con una sensación de hype que esperemos rectificar mañana que lo sobrevolaremos en helicóptero.
Aquí nos hospedamos en el Brigth Angel Lodge justo en el borde del Cañón, no es el mejor sitio y compartimos baño y ducha, pero una noche se pasa hasta debajo del agua.
Mañana a volar again... ya hay ganas, de eso y de enganchar una wifi de verdad que esta me está matando...
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