El hotel era malo, la cama normalucha, pero hoy primer día en USA que duermo de tirón hasta que suena el despertador, Igancio con algún problema más, pero ambos estamos de nuevo frescos para la batalla.
Hoy toca por la mañana lo que nos dejamos ayer que no es otra cosa que una visita a unos bonsais creciditos que nacen por la zona a unos 2.000 m de altura. Hasta la entrada al parque la carretera es pasable, pero luego hasta llegar al bosque gigante (Giant Forest) tela marinera, menudo puerto "hors categorie" nos ha tocado a cada uno subirlo o bajarlo de pasajero y nos hemos mareado los dos, menos mal que la recompensa merecía la pena.
El parque es tremendamente grande, nosotros nos hemos centrado en visitar la zona de las sequoias, pero la carretera sigue hacia Kings Canyon muchos más kilométros. Tras una pequeña caminata nos encontramos con el General Sherman, una mole de 1.200 toneladas de peso y que es considerado en volumen el árbol más grande del mundo, alcanzando los 86 metros de altura.
Las dimensiones de estas moles milenarias son de proporciones bíblicas, aquí van dos fotos para que os hagáis una idea, a ver si veis la mancha azul, ese soy yo ;)
Los troncos son tan gruesos que el fuego apenas les daña, de hecho lo necesitan para expandirse, cada vez que se ven afectadas por un indencio el árbol crece más rápidamente. Sin embargo, es inevitable que a lo largo de las décadas alguna acabe cayendo, aquí se muestra un corte transversal de un árbol caído:
El parque es muy chulo y bien merece una visita, nos hubiera gustado haber podido disfrutar más tiempo de estas criaturas magníficas, pero como siempre andamos con prisas, sin lugar a dudas nos han faltado un par de días más, uno antes de llegar a Las Vegas y otro después, pero bueno el tiempo para los humanos no es infinito y las vacaciones menos, así que nos conformamos con haber podido presenciar el espectáculo que supone ver a los seres vivos más longevos y grandes del planeta, otra reverencia a la naturaleza de este país que nos regala cosas maravillosas.
A la salida del parque un corte de carretera nos deja una hora dentro del coche esperando, que le vamos a hacer, el primer contratiempo en 21 días no está mal. Esto nos hace ir un poco justos de tiempo, pero llegamos a Yosemite justos para ver el atardecer sobre el valle.
Aquí una foto desde Tunnel View, se puede apreciar de izquierda a derecha, El Capitán, Cloud Rest al fondo (que si todo va bien desvirgaremos su cumbre mañana a 3.025 m), el Half Dome en el centro, y a la derecha la catarata de BridalVeil (Velo de la novia)
Nos acercamos más de cerca a ver la catarata del Velo de Novia, que el nombre le viene que ni pintado, el salto de agua de los más espectaculares de los vistos hasta la fecha.
Adentrándonos en el valle, nos encontramos con el imponente El Capitán, y como los últimos rayos de sol se posan en su cima, que para muchos escaladores es un sueño y no me extraña,un cortado increíble.
Y ya con poca luz las cataratas Yosemite, que son las 5a más altas del planeta rondando los 800m de caída, una pena que en agosto el volumen de agua no sea tan grande como en el deshielo, aún así son tremendas.
Y al fondo del valle llegamos a nuestra choza nunca mejor dicho, me retracto totalmente de mis palabras de ayer, este es el peor garito del viaje a años luz del resto, y además caro caro, pero es el peaje a pagar por dormir en pleno Yosemite. Una tienda de lona con dos camastros y una jaula fuera para dejar todo lo que desprenda olor y que pueda atraer osos. Además como siempre nos tocan las mejores habitaciones, muy accesible,... menuda pateada nos hemos tenido que meter desde el parking con las maletas, nevera y todo lo demás, ya que en los coches no se puede dejar nada de nada para no atraer de nuevo a los amigos plantígrados que se lo comen todo.
Esperemos que esta noche no nos molesten que el cansancio aprieta. Mañana más Yosemite.
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