lunes, 29 de agosto de 2011

25 de agosto - La Roca

Segunda mañana en San Francisco y el tiempo continúa soleado en el centro, pero conforme te acercas a la costa parece que entras en Londres. Aún así no nos quejamos porque la ciudad es realmente bonita y a pesar de las cuestas, se toma con ganas y se puede patear de arriba a abajo.

La primera parada del día es en la calle Market, la arteria de la ciudad
Venimos a la zona para buscar una farmacia ya que Ignacio anda corto de líquido para las lentillas. La encontramos y curioso, aquí las farmacias son como super, vamos que lo mismo te compras unos termalgines, como una cervecita fresca, o un taladro para la casa jeje Aquí Ignacio con su bolsa, naturalmente de papel ;)
Remontamos Powell, hasta Bush buscando la entrada a Chinatown, por el camino como no, las famosas cuestas de San Francisco
Llegamos al portal de Chinatown. Este es más pequeño que el de Nueva York, sin embargo hay mucho menos turista y el ambiente es más auténtico.
Callejeando por Chinatown, nos metemos en un callejón bastante maloliente, y nos topamos con Cookies Fortune Factory, la fábrica de las galletas de la fortuna, las clásicas que vemos en las pelis y que precisamente  se inventaron aquí, en los barrios chinos de SF y NY y no en la China continental. Entramos en el lugar y vemos como van metiendo los papelitos con frases unos a uno en las galletas, por supuesto compramos unos paquetes para llevarlos a España, aunque ya adelanto que no llegarán ;) Por descontado un must view de la ciudad.
 Dejamos Chinatown en Broadway para remontar la pedazo cuesta que hace la calle, más de un 20% de desnivel, los coches aparcados en batería parece que si se apoyo un gato van para abajo. Eso sí, el esfuerzo tiene su recompensa:

En el cruce con Hyde, tomamos esta calle para acercarnos a Lombard Street, una de las calles más famosas del mundo, dicen que es la calle con más curvas del mundo:
La pateada que llevamos hasta este punto empieza a ser considerable, además ya son más de las 2 con lo que nos acercamos al muelle de fisherman para comernos una hamburguesa rica que hace días que no catamos una auténtica.
Después de comer tenemos un rato que dedicamos a la zona de los muelles, nos acercamos hasta el 39 donde deberían estar los famosos leones marinos, pero los amigos se han ido, de hecho busco información y parece ser que existe preocupación en la ciudad por su ausencia en esta época del año, en fin leones marinos 1 tudelanusa 0 que con el Golden Gate oculto ya es un 2 - 0 de San Francisco, aún así nos sigue gustando esta maravillosa ciudad.
A media tarde, llegamos hasta el muelle 33 para coger el ferry de la visita nocturna a Alcatraz, si os interesa esta visita acordaros de reservarla por internet con tiempo, ya que al menos en agosto, los tickets vuelan. Tras una cola considerable, nos embarcamos en el ferry y llegamos a La Roca en medio de la niebla.
La isla de Alcatraz tiene mucha historia a sus espaldas, y desde el siglo XIX se le ha venido dando diversos usos, sin embargo, es a mediados del siglo XX cuando se emplea como prisión de máxima seguridad, y de aquí proviene su fama. La visita consta de una visita a las instalaciones carcelarias a través de una audio guía en castellano que va explicando las diversas vicisitudes de la vida carcelaria. Aquí la entrada con las duchas con las que se higienizaba a los nuevos reclusos.
A mí personalmente, esta visita me despertaba bastantes dudas, pero después de haberla vivido, la verdad que merece la pena, la radiación por parte de los propios recursos es muy buena, puedes ir a tu ritmo y no hay grandes agobios, la verdad que es altamente recomendable, y si podéis escoger el horario nocturno mejor, de esta forma el viaje es más espectacular, incluso la niebla se alió para crear una atmósfera perfecta.
Aquí un nuevo recluso en Broadway, en realidad les hacía desfilar desnudos, pero en este caso lo haremos más puritano ;)
 En esta otra Ignacio en la celda de aislamiento de donde nunca debió salir jejeje
Nota a parte, San Francisco es de chaquetica 100 %, el sol pica y mucho, pero en cuanto se oculta tela marinera el frío que hace. Si hoy no nos hemos puesto malos es que somos indestructibles.
El ferry nos deja en el muelle a eso de las 22.15, como llevamos un frío tremendo corriendo al hotel y a la cama que el día ha sido largo y llevamos una buena paliza encima.

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