Tras varios días sin publicar al no tener wifi gratis en Las Vegas, continuamos el blog donde lo dejamos.
En la entrada anterior comentábamos que el Gran Cañón nos había dejado un poco fríos, esperábamos algo más, y eso nos lo iba a dar el helicóptero que teníamos contratado para la mañana de este día que amaneció sin ninguna nube en el horizonte. La noche había sido mala, el Lodge no es que esté muy insonorizado y nuestra habitación estaba contigua al baño comunal, así que desde las 5.45 estábamos medio despiertos y al final se nos pegaron las sábanas.
Ansiosos nos dirigimos al aeropuerto de Tusayan, a escasos metros de la salida sur del parque, para coger el helicóptero que nos haría el recorrido, contratamos el trayecto largo que va por todo el borde sur hasta la zona de Little Colorado y vuelve por el borde norte. Las imágenes no consiguen captar la magnitud de lo que ves, aún así ahí va una tirada:
Esta vez el Gran Cañón nos quitó la razón y nos cerró la boca, es algo impresionante, magnífico, descomunal, no hay calificativos. La dimensión de esta enorme grieta en la tierra de 1600 m de profundidad y más de 40 km de ancho es totalmente increíble, las proporciones son tan bestiales que es imposible apreciarlas desde los miradores del borde Sur. Hay muchos tours desde Las Vegas, pero el bueno bueno es este, es caro pero merece la pena, sobrevuelas la zona más ancha del Gran Cañón y la experiencia es incomparable, si queréis apreciar la grandeza de este paraje os recomiendo encarecidamente el helicóptero. Otra buena forma de verlo es bajar hasta el lecho del río, dormir en Phantom Ranch y volver a subir a patita, pero claro a parte del esfuerzo es muy difícil encontrar alojamiento en Phantom Ranch, para que os hagáis una idea en Noviembre de 2010 ya estaba completo para todo Agosto de 2011, en fin eso para la próxima.
Después del buen sabor de boca que nos había dejado el Gran Cañón tocaba carretera y de las buenas, 4 horitas hasta Kanab donde teníamos el hotel y 1,5 de ida y otro tanto de vuelta para ver Bryce Canyon. Así que a comer millas, no sin antes lamentar una baja, a la salida del aeropuerto me comí un policía tumbado y reventé una de las neveras y la otra se quedó malherida, en fin, descanse en paz, y como no hay mal que por bien no venga al día siguiente la sustituimos por otra más grande, tamaño Super Size ;)
Entre Tusayan y Kanab en línea recta no hay más de 100 km, pero amigo tenemos una pequeña brecha en el camino que debemos rodear, así que subimos hacia Page por el desierto de Arizona dos horitas para cruzar el Colorado por Marble Canyon. Paradita para comer un sandwich en un área de servicio en un mirador de la carretera y comprobamos en nuestras carnes cómo se las gasta el sol de Arizona, la madre que lo parió 5 minutos y mi cuello huele a BBQ. Empezamos a remontar el borde norte y el paisaje en apenas unos kilómetros pasa del desierto más asolador a un bosque de pinos impresionante (Kaibab National Forest), es impactante la variedad de paisajes que puedes encontrar en el oeste americano en apenas unas decenas de kilómetros.
Parada técnica en el hotel y a Bryce Canyon. Este es un Parque que se carecteriza por los Hodoos que son estas formaciones que se ven al fondo:
Estas formaciones se generan debido a la acción de las heladas en el terreno, el circo se encuentra helado más de 200 días al año, está a más de 2.500 m de altura y el efecto de la erosión sobre la tierra helada genera estas formaciones.
La verdad que el parque es precioso y es una pena que llegáramos tan cansados y con tan poco tiempo, pero las cosas son así, en su día decidimos eliminar una noche entre estas dos últimas etapas y al final se ha notado que hemos andado muy justos y con mucha carretera a cuestas, aún así estamos contentos de que de momento todo marcha según lo previsto y sin contratiempos, y hemos podido disfrutar de todos los sitios que nos habíamos propuesto, que no es poco.
A la vuelta en Kanab al único local abierto, hamburguesa y sandwich de pavo con salsa especial, eso y para la piltra que mañana tenemos un día duro que nos llevará hasta Sin City.
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