Tercer y último día en San Francisco. Hoy va a ser un día duro, abandonamos la habitación del hotel y dejamos las maletas para no tener que cargar todo el día con ellas ya que cogemos un vuelo a las 12 de la noche.
Tras la parada matutina en Starbucks, empezamos la caminata por Market Street hasta la zona del ayuntamiento, por la zona mucho homeless, es sabido que es la ciudad de USA con más sintechos y lo podemos corroborar:
Seguimos subiendo la ciudad hacia el Pacífico y nos paramos en Alamo Square a descansar un rato con esta famosa vista de la ciudad.
Las Painted Ladies, casas de estilo vitoriano en la zona alta de la ciudad y que aparecían en la introducción de la serie de los 90 Padres Forzosos.
Desde aquí seguimos pateando por el barrio de Height&Ashbury, la zona donde surgió el verano del amor. No nos detenemos y seguimos nuestro camino hacia el Golden Gate Park, un grandioso parque al estilo del Central neyorquino. Aquí nos encontramos con dos escenas curiosas, la primera es un recuerdo de la ciudad de San Francisco a nuestro escritor más universal:
Y aquí otra ardilla, pero esta con bellota y todo jeje
Dentro del Golden Gate Park, se encuentra el famoso jardín japonés. La verdad que el sitio es muy chulo, está cuidado y ambientado a la perfección, de hecho es la comunidad japonesa de San Francisco quien se encarga de su cuidado, pero para el precio de la entrada 7$, es muy pequeñito, un poco timo la verdad.
Aquí ya teníamos las suelas de las zapatillas echando humo, pero por si fuera poco nos echamos colina arriba en busca del barrio de Castro. La madre que lo parió, qué cuestas y qué calor, contraste increíbles de temperatura de unos barrios a otros de la ciudad. Al final llegamos a Castro
Seguimos adelante a la zona de Mission, dónde se fundó la ciudad. Como curiosidad comentar que la bahía de San Francisco se fundó por una misión de franciscanos españoles (de ahí su nombre, elemental ;) casi por casualidad, ya que la zona había sido surcada por varias expediciones pasando de largo la entrada a la bahía, y no me extraña con esta niebla cualquiera encuentra nada. Con posterioridad llegó la fiebre del oro, que manaba en los ríos del noreste a tan sólo 100 km de la ciudad, y con ello la expansión de la ciudad y su prosperidad, que se vió en parte truncada con el gran terremoto y posterior incendio de comienzos de siglo XX que prácticamente arrasó la ciudad que tuvo que ser totalmente reconstruida.
Bueno la iglesia de Mission Dolores
Habíamos localizado un restaurante de sushi relativamente cerca de la zona, estábamos reventados y eran ya las 3.30, pero ya puestos para allí nos fuimos, al llegar, no me jodas que está cerrado???? Otra horita y pico hasta Market donde nos metimos en un italiano a comer algo y de allí a descansar un rato a un Starbucks, nos dolían hasta las pestañas.
Como estábamos tan cansados y aún teníamos un rato hasta recoger las maletas e ir al aeropuerto nos fuimos a echar unas cervezas.
Tras hablar un rato con unas locales, llegamos un poco tarde al hotel a recoger las maletas, con las prisas, las galletas se quedaron allí, cachis!! A todo esto agradecer a la gente que regenta el hotel Park por su hospitalidad, sé que no lo leerán, pero al menos si alguien va a San Francisco, recomendamos 100% este hotel, limpio, barato, en pleno centro, y la gente super hospitalaria, os van a atender de maravilla.
Bueno con las maletas a cuestas nos metemos en el BART, vamos el cercanías de la Bahía de SF, y nos dirigimos al aeropuerto a pasar una bonita noche.
Cerramos una nueva etapa, esta vez en San Francisco, una ciudad bonita como pocas y que sin lugar a duda será una de las favoritas de nuestro viaje.
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