Hay un dj pinchando todo el rato, mesas para jugar en el agua, cuatro piscinas, una de ellas privada, tumbonas tipo sofá, privados,... la verdad que lo tienen muy bien montado, eso sí el sol mata, cómo cae por aquí.
Tras el relax de la piscina volvemos al buffet del hotel, otra buena comida, aunque a mí no me da mucho tiempo de disfrutarla ya que me he apuntado a un torneo de poker que comienza a las 3. Mientras le doy al juego Ignacio sigue de relax en la room y la piscina. Me apunto al torneo multimesa ya que pienso que mejor pagar por la entrada al torneo así ya sabes lo que vas a perder, porque entrar en una mesa perder y picarte es mucho más fácil. Así que comienzo sin pretensiones, y 43 participantes, 5 reenganchados y 3 horas después me encuentro milagrosamente en la mesa final. Aquí la táctica Scooby Doo, osea pasar todo el rato y que se vayan echando los demás que los 5 primeros catan premio. Quedamos 6 y decidimo poner 15$ de bote para que se lo lleve el 6, obviamente acepto porque soy el que menos fichas tiene así que de lujo. Tras varias manos sin coger una figura me juego el all-in con un A 10 de picas y mi contrincante A 2 de tréboles, me estaba ya frotando las manos y en la cuarta carta sale un puñetero 2 y me echan a casa una pareja de 2, en fin no me puedo quedar, 90$ en el bolsillo y un subidón de la leche. Una experiencia increible, con los croupiers los cambios de cartas que aparecen de una maquinita debajo de la mesa, la gente más variopinta que te puedas echar,... genial una pena que no tenga fotos del momento.
A lo tonto son las 6.15 y a las 7 empieza el show de Love del Circo del Sol en el Mirage. Corriendo al casino de al lado y por suerte sin contratiemps en la entrada aún llegamos con 15 minutos de tiempo. Esta es la única foto que sacamos del escenario y casi me arrancan la cámara de la mano, no sabía que no se podían echar fotos.
El espectáculo... que se puede decir, no hay palabras, es caro, pero es que vale cada $ de la entrada, espectacular, hay venir a verlo, no vayáis a otro ir a este, es el mejor. Una puesta en escena apabullante, la música de los Beattles genial, los artistas alucinantes, el vestuario asombroso... una hora y media de algo que se queda en el cerebelo para siempre, para nosotros lo mejor de Las Vegas con muchísima diferencia.
Tras el show, vamos a vivir una experiencia bastante más oscura que el Love, nos vamos a un showgirls. Miramos en la web y recomendaban Rhino´s como el mejor local del tipo de la ciudad. Cogemos el coche y nos plantamos allí, pagamos la entrada y lo que nos esperaba la verdad que nos descolocó totalmente. Esperábamos un espectáculo de barra americana y al entrar había no menos de 50 chicas, todas ellas en paños menores y tremendamente espectaculares, unas cuantas bailando y las demás entre la concurrencia. Nos echamos una cerveza y a la quinta que nos pidió si queríamos un baile privado ya nos empezó un poco de mal rollo, estábamos fuera de lugar y decidimos irnos, no estamos acostumbrados a los harenes, qué le vamos a hacer, aún así una experiencia más que mereció la pena.
Al salir de Rhino,s volvimos a cenar a Hooters, el sitió a parte de las chicas nos gustó un montón y volvimos para probar la especialidad de la casa, alitas de pollo y sandwich de pechuga rebozada con bien de salsa picante, estaba para chuparse los dedos.
A la salida, la foto de rigor con nuestra camarera que acepta de buen grado.
Se nos ha hecho tardísimo, pero no nos queremos ir de Las Vegas sin pasar por la calle Fremont, el corazón de la vieja Las Vegas. Llegamos al show de la pantalla gigante que hay instalada a lo largo de la calle, la verdad que nos lo hacíamos más espectacular de lo que realmente es, igual es que llevábamos un día de lujo y las comparaciones son odiosas, pero lo cierto es que la zona tiene un aire bastante decadente y casposillo que no nos gustó.
Eso sí, esta es la zona de los carteles míticos:
Al final era la 1 cuando llegábamos al hotel, y mañana a las 5 tocan diana, buuuuf despedida del Caesars un gran hotel
Empezamos un poco aturdidos este periplo por Las Vegas, que el primer día nos cegó con sus luces, pero la verdad que al final se nos ha hecho a poco la estancia y nos vamos con un sabor de boca inmejorable, volveremos seguro!!
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