Aquí un pequeño homenaje a la tienda de Yosemite con un cuervo enorme husmeando a ver qué puede rapiñar ;)
Tras una nueva paliza para dejar las maletas en el coche, volvemos a por la nevera y la comida, al volver al coche nos encontramos con un bloguero que dice que le está molando el viaje y que se viene con nosotros, tras una fuerte discusión le explicamos que con esos cuernos no cabe en el coche, así que lo sentimos, pero tenemos que continuar nuestro camino XD
Cuatro horitas largas de paseo hasta Monterey y desde allí cogemos la carretera de la costa hacia el sur. El día era perfecto, pero justo al llegar a la costa una bruma densa nos impide ver nada, qué mala suerte.
Decidimos seguir un rato hacia el sur a ver si va levantando algo la niebla, pero sólo se atisba algo cuando la carretera gana algo de altura.
Menos mal que la niebla conforme bajábamos al Sur se iba abriendo un poco sobre la línea de costa dejándonos buena panorámicas de la costa
Y qué tiene esta costa de especial? Bueno es cierto que he estado en trozos de costa más bonitos, pero hay un hecho diferencial muy grande, toda la costa está virgen, de hecho el acceso a muchas playas y calas está prohibido y la orogrfía se ha encargado de limitar el acceso con cortados peligrosos y tierra inestable, eso le da un toque que no todas las costas tienen, además en este trozo de costa nos encontramos con dos lugares muy bonitos, Pfeiffer Beach
Y el puente Bixby, que milagrosamente conseguimos ver en una ventana de buen tiempo entre un mar de nubes
La verdad que a pesar de la paliza de coche y la bruma, no nos podemos quejar del viaje, por cierto para los moteros menuda carretera chula para hacerle tranquilamente, con todas las curvas peraltadas y buen firme.
Tras despedirnos de la costa, ponemos rumbo a San Francisco. En San José atasco de los gordos y ya mucho tráfico hasta la ciudad, a Ignacio le salía humo al volante. A pesar de que nos va a llevar más tiempo y de que seguramente lleguemos tarde a entregar el coche, preferimos ir en coche al hotel, dejar las maletas, llevar el coche al aeropuerto y volver en tren. Eso hacemos y en la locura no sacamos fotos de la ciudad, pero ya habrá tiempo, eso sí un frío de la leche aquí las máximas son de 20 grados en agosto!!! y la verdad que tiene muy buena pinta.
El hotel es el Park, recomendado en varios diarios de viaje y no se equivocaban, céntrico, limpio, barato, wifi y encima Ignacio nos consigue habitación de dos camas por la face. En el viaje de vuelta al aeropuerto nos toca entrar en la calle Powell, famosa por los tranvías, sorteamos tranvías, trolebús y demás fauna urbana y llegamos a las 20.30 a devolver el Aveo, dos horas tarde que no nos cargan así que genial. Y como homenaje a nuestro compañero de viaje unos datos:
5.900 km
7,3 litros a los 100
6 desiertos
7 estados
9 parques nacionales y 4 estatales
Siempre te llevaremos en el corazón Aveo del Colorado!!
No lo he comentado antes, pero el precio medio de la gasolina durante el viaje ha estado a unos 3,80 $ el galón, que viene a ser 1$ por litro y que al cambio que venimos manejando de 1,4 $/€ son unos 0,71 € l litro, quién los pillara en España!!
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