Hoy empieza otra etapa nueva del viaje, después de despedir NYC nos encaminamos hacia el oeste más agreste, a Yellowstone. Para ello madrugón para coger un vuelo a Denver a las 8.30, menos mal que el hotel estaba justo enfrente del aeropuerto sino hubiera sido peor. Vuelo de 4 horas hasta Denver, aquí recuperamos 2 horas, osea que ahora mismo y hasta la entrada en Nevada tenemos 8 horas de diferencia con España. El vuelo pues creía que había sido malo, muchas turbulencias hasta que hemos cogido el siguiente destino a Jackson Hole en Wyoming. Yo la verdad que he bajado desencajado del avión del miedo que he pasado, si me hubiera querido montar en un montaña rusa me hubiera ido a Port Aventura. En fin, ya en tierra el paisaje propio de una postal, montañas con nieve en las cumbres, grandes planicies abiertas con pasto ganado, la pequeña ciudad de Jackson como si hubiera salido del mismo oeste, con las calles y las portadas de los edificios forradas de listones de madera, sólo con ver el emblema de las matrículas de Wyoming (un cowboy domando un caballo salvaje) te das cuenta que esto ha cambiado de tercio.
Con los coches la suerte se nos acabó, este si era el Aveo contratado, no nos quejamos es lo que hay este es el que nos tiene que llevar hasta San Francisco, pobre lo que le espera. Del aeropuerto directos al super a por provisiones para 3 días, pues Yellowstone está bastante alejado de todo y no sabemos qué nos encontraremos, bueno sí pocos establecimientos y caros, así que el super es la mejor opción. Además venden unas neveras de poliespán por 4 $ que vienen genial para llevar bebida fresca y demás. La gente en el super, como en el resto de USA, aunque aquí más si cabe, siempre simpática con nosotros y ofreciéndonos una sonrisa, la verdad que da gusto andar así, todo son amabilidades. Es curioso entrar en un supermercado americano, ves cosas raras como las bolsas de Mars Mellows, los jamoncitos que venden en España en las tiendas de chuches y que aquí son gigantes y se los comen al fuego insertados en un palo como hemos visto en cientos de pelis y series. El pasillo de patatas, galletas y demás guarradas infinito, la leche del día nada de pasteurizada y por cierto muy muy buena, el zumo por galones, la fruta cara y mala, y la cerveza y demás bebidas alcohólicas se compran en una licorería al lado, para ser el país de la libertad el acceso al alcohol es complicado, de hecho en un par de sitios hemos preguntado si había cerveza para comer y nos miran como si fuéramos alcohólicos.
Tras visitar la ciudad de un aspecto total del Far West como se ve en las fotos nos encaminamos al primer parque nacional del viaje, Grand Teton.
Grand Teton es un conjunto de montañas con antiguos glaciares de los que aún queda algún vestigio incluso en agosto, cuyas lenguas se acabaron convitiendo en grandes lagos dejando a su paso un gran valle glaciar donde hoy en día discurre el rio Snake hasta Jackson en una hermosa llanura conocida como Jackson Hole. Nos encaminamos con el coche a un pico para tomar estas vistas.
A la bajada del mirador, el sorpresón del día, 5 coches parados en la cuneta, nos bajamos y estaban admirando un cachorro de oso negro, joder qué suerte, hay gente que se pega días en los parques sin ver un oso y nosotros en la primera hora… zas!! En toda la boca. Lástima que las fotos sean demasiado lejanas y únicamente se aprecie una mancha, pero lo visto para nosotros queda.
Tras pasar por miradores espectaculares de los Tetons seguimos nuestro camino hasta nuestro destino final, el lago de Yellowstone donde nos acomodamos en nuestra cabaña rústica al pie del gran lago. La verdad que el paisaje visto hoy no cabe en ninguna foto, simplemente hay que venir aquí a admirarlo.
Dado que estamos alejados de la civilización es posible que estas líneas las publiquemos dentro de unos días, esperemos localizar un wifi en el parque para manteneros informados. Definitivamente no encontramos wifi evidentemente ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario