Llegamos al aeropuerto de San Francisco sobre las 10 de la noche. Dos horas de espera para coger el vuelo que nos llevará a la etapa final del viaje, esta noche la pasaremos en el aire volando a Indianápolis, haciendo escala en Dallas.
El primer vuelo lo pasamos durmiendo, luego escala infernal en Dallas y finalmente 2 horas y media más hasta Indianápolis para llegar a las 12 de la mañana.
Nuestro estado es lamentable, tras la paliza de andar de ayer, y la noche en el aire estamos catatónicos. Llamamos al hotel para que nos envíen el shuttle y por fin descansamos un poco.
Nos duchamos y vamos a comer a Texas Roadhouse que tan buen recuerdo nos dejó en Logan Utah hace ya unas semanas. Estamos tan cansados que no sacamos ni fotos de la comida, pero de nuevo estaba buenísima, esta vez tocó un buen steak con margaritas y unas gambitas para abrir boca ;)
Al salir eran ya las 6, dimos una vuelta por Indianápolis en coche y la verdad que había poca cosa que ver, a estas horas el centro de la ciudad parecía desierto y únicamente los moteros que habían venido al MotoGP daban algo de color a la zona.
Como el cansancio nos podía, decidimos volver al hotel a descansar, estuvimos en la habitación un rato viendo la tele hasta caer rendidos cuendo no eran ni las 8 de la tarde, lo siguiente que recordamos son las 8 pero del día siguiente ;)
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